Podcast 03: Deja que se note
Deja que se note. Sí, deja que se note que tienes miedo. Deja que se note que cada día te levantas con un nudo en el corazón por el temor a perder a alguien que quieres, a no volver a verle, a que se marche de tu vida y de tu mundo para siempre. Deja que se note.
Deja que se note que estás nerviosa porque no sabes cómo se resolverá una situación, porque no sabes cuál será el resultado de la noticia que esperas y porque te impacienta no saber qué pasará. Deja que se note.
Deja que se note que estás triste, que hoy no es un buen día. Que cada palabra que sale de tu boca es congoja y te aprieta el corazón. Deja que se note.
Deja que se note que estás alegre, que eres feliz, que te despiertas por la mañana, abres la ventana y, mirando al sol, das las gracias por el nuevo día que empieza. Deja que se note.
Deja que se note que estás confuso, que no sabes hacia dónde tirar, que tienes la sensación de que cualquier camino que escojas será el equivocado. Deja que se note.
Deja que se note que estás en calma, que estás tranquilo, que hoy respiras y por dentro y por fuera solo suena el rumor del mar. Deja que se note.
Deja que se note que estás eufórico que no eres capaz de controlar ni tu cuerpo, ni tus palabras ni tus ganas de saltar. Deja que se note.
Deja que se note que estás enfadado. Que hoy el día se está poniendo en contra, que hoy la gente se está poniendo en contra. Deja que se note que hoy no es tu día. Deja que se note.
Porque cuando dejas que se note, cuando liberas, cuando te abres al mundo, a la vida y a los demás tal cual eres, todo tiene otro sentido. Cuando dejas que se note, te has escuchado y has entendido qué te pasa. Y eso siempre libera, porque nos permite conocernos mejor. Conocernos más y mejor. Y conocer nuestras emociones y las relaciones con los demás siempre nos ayudará a entendernos mejor. Y quién sabe, a llevarnos mejor. A querernos mejor. Y eso siempre hay que dejar que se note.