Los adolescentes y el uso del móvil
Según un reciente informe de UNICEF Cerca del 32% de los adolescentes usa el móvil más de 5 horas al día
Los menores comienzan cada vez desde edades más tempranas a utilizar móviles con acceso a Internet. La edad media para tener el primer teléfono son los 11 años, según el informe ‘Impacto de la Tecnología en la Adolescencia. Relaciones, Riesgos y Oportunidades’ publicado recientemente por UNICEF España, que ha entrevistado a 40.000 jóvenes de entre 11 y 18 años.
“El uso problemático de Internet y las redes afecta al día a día de los adolescentes y sus familias, ya que impacta en su bienestar, salud mental, convivencia e, incluso, en su satisfacción con la vida”, explica Carmen Molina, directora de Sensibilización y Políticas de Infancia de UNICEF España, para recalcar la importancia de hacer un uso consciente y responsable de estas herramientas.
El estudio también afirma que 4 de cada 10 adolescentes se conectan para evitar sentirse solos. Lo hacen buscando relaciones, amistad, comunicarse con sus amigos o divertirse. Muchos de los encuestados creen que las redes sociales les ayudan a ser más felices o populares.
A pesar de esa visión en torno a la búsqueda de relaciones positivas que los adolescentes dicen tener de las redes sociales, 2 de cada 10 jóvenes podrían ser víctimas de ciberacoso. Además, hay que tener en cuenta otros aspectos a los que hace referencia el informe como el consumo excesivo de videojuegos, la calidad del sueño y el aislamiento social que pueden provocar.
Como en todo, no es cuestión de prohibir el uso de móviles, sino de llegar a acuerdos razonables sobre cómo y cuándo usarlo. Por supuesto, dependerá de la edad y de la madurez personal del menor, pero en general conviene establecer horarios para los móviles. Además, es bueno incluir a los adolescentes en el proceso de elección de las normas a seguir, de forma que ellos mismos se sientan comprometidos y vean que si el comportamiento es el adecuado podrán asumir más responsabilidades, obtener nuevos privilegios y ganar autonomía.
Una regla de oro: predicar con el ejemplo. Si nosotros mismos acatamos buenas costumbres de uso del móvil, los menores las verán como algo natural y les costará menos respetarlas. No debemos usarlo a las horas de las comidas ni en los momentos de tiempo compartido en familia.
Lo importante es enseñar a nuestros niños y adolescentes a hacer un buen uso de las nuevas tecnologías y a relacionarse de forma adecuada con su entorno familiar y social.
Fuente: www.educaciontrespuntocero.com